viernes, 25 de diciembre de 2015

Murmullo


Anoche no podía dormir. Un murmullo que  venía de la biblioteca me lo impedía. Suele pasar cuando dejo sin querer algún libro cerca de otro. Eran Erdosain y Oliveira los que hablaban. El primero le mangueaba guita, el segundo preguntaba por una mujer perdida en París. No es la primera vez que me pasa, recuerdo un dialogo entre Arcadio Buen día y el indio Kanaú en algún lugar del Amazonas, como si la selva hubiera extendido sus límites atravesando los dos libros. Después me entro curiosidad si Gabo había conocido a Vasconcelos. En fin no me quedo otra que levantarme de la cama cambiarlos de estante y dormirme como un tronco.

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